Cómo sentarse bien en la silla de oficina para evitar dolores de espalda

Cada vez pasamos más tiempo sentados delante de una pantalla. Los estudiantes preparando sus asignaturas, quienes teletrabajan desde casa o en distintos tipos de empleos. Incluso, en actividades de ocio. La silla de oficina se ha convertido, como consecuencia, en un elemento esencial de nuestras vidas. Siempre debes elegirla teniendo en cuenta criterios ergonómicos. Pero, además, hay que saber sentarse correctamente. Te damos algunos consejos que te serán muy útiles.
Guía para sentarse bien en una silla de oficina
Sentarse en una postura inadecuada implica problemas de salud de todo tipo. El más conocido es su relación directa con las lesiones de espalda. Pero, además, genera fatiga, falta de atención y dolores de cabeza, por citar algunas de las secuelas.
Para evitar todas estas consecuencias negativas, el primer paso es utilizar una silla de oficina ergonómica. Es decir, que cumpla algunos estándares:
1. Una silla de oficina que permita regular fácilmente la altura
El primer ajuste que debes hacer para sentarte correctamente es regular la altura del asiento de tu silla de oficina. Los pies deben poder apoyarse perfectamente en el suelo, mientras las piernas forman un ángulo de 90%. La idea es que las piernas estén apoyadas, de manera relajada, sin tensiones.
2. La posición del respaldo
Una silla de oficina tiene que disponer de algún mecanismo para regular el respaldo. La espalda debe estar completamente apoyada y con la columna vertebral recta. Cuando se puede modificar la altura del respaldo, tienes que mantener una posición en la que la zona lumbar esté bien apoyada. Por tanto, no elijas la máxima altura. Además, hay que intentar que los hombros tengan cierta libertad de movimiento.
Es interesante que el respaldo de la silla de oficina tenga una cierta movilidad, lo que se conoce como mecanismo de balanceo. Con este sencillo elemento, se consigue rebajar la tensión muscular.
3. El papel de los reposabrazos
¿Silla de oficina con reposabrazos o sin reposabrazos, cuál es mejor? Esta es una de las dudas más generalizadas. En Ofigreen lo sabemos, porque es una consulta recurrente de nuestros clientes antes de adquirir sillas de oficina.
En principio, siempre es más ergonómica una silla de oficina con reposabrazos. Poder apoyar los brazos, en una postura relajada, contribuye a rebajar la tensión de la espalda y el cuello. Por eso, es un elemento importante si estás muchas horas sentado. Y, a ser posible, mejor que sea una silla con reposabrazos articulado. Eso sí, hay que tener en cuenta el tipo de mesa de oficina, para comprobar que encajan las dimensiones.
Las sillas sin reposabrazos es perfecta para personas que no pasan sentadas mucho tiempo seguido, en lo que se llaman puestos dinámicos. Un ejemplo es la atención sanitaria. También, en salas de espera o de reuniones. En general, su mayor ventaja es que ofrecen una gran libertad de movimientos.
Ahora que sabes cómo adoptar una postura correcta al sentarte en una silla de oficina, es el momento de visitar nuestro catálogo. Te atendemos siempre en persona, para aconsejarte y resolver tus dudas. En Ofigreen vas a poder elegir entre una amplísima oferta, hasta encontrar el modelo de silla que necesitas.
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