Cómo iluminar correctamente tu zona de trabajo

Cuando se habla de bienestar y salud laboral, solemos poner el foco en la ergonomía del mobiliario, en medidas de ventilación, higiene y prevención de riesgos de accidentes. En pocas ocasiones nos acordamos de la adecuada iluminación en la zona de trabajo. Y es igual de importante, ya que afecta a la productividad, al estado de ánimo y puede generar problemas visuales y dolores de cabeza. Estos consejos son perfectos para iluminar correctamente un espacio de trabajo.
Claves para la iluminación de una zona de trabajo
Por supuesto, el principio básico de la iluminación en una zona de trabajo es aprovechar al máximo la luz natural. Eso sí, habría que tener cuidado para evitar deslumbramientos o reflejos sobre las pantallas de los ordenadores. Además de colocar estores o cortinas, una solución muy interesante es poner filtros para pantallas en los ordenadores. Reducen los reflejos y proporcionan privacidad.
Pero, con la iluminación natural no es suficiente. Hay que jugar con otros dos tipos de luz:
1. La iluminación general
Sirve para proporcionar una luz uniforme en toda la estancia y evitar contrastes o sombras. Estas luces pueden ubicarse en el techo o en las paredes, según necesites una iluminación directa o difusa.
En ambos supuestos, actualmente, se recomienda optar por bombillas LED. También son interesantes las bombillas eco halógenas. Se trata de la evolución de las tradicionales bombillas incandescentes, con la mejora de que consumen menos y duran más. Además, proporcionan una luz muy similar a la natural.
2. Iluminación en una zona de trabajo tipo focal
Esta iluminación es imprescindible en las oficinas y, por supuesto, para quienes teletrabajan en casa. La recomendación es que se coloque una lámpara que proporcione luz focal en cada puesto de trabajo. Tiene que ofrecer una luz más intensa y directa, que facilite la visibilidad.
La fórmula más práctica y efectiva de conseguir esta luz focal son las lámparas de oficina. Hay infinitas variedades en el mercado. Elige un modelo con brazo flexible para poder enfocar según se necesite. Y, respecto al tipo de luz, lo ideal es que permita una regulación de la intensidad lo más amplia posible (entre 2800 a 6500 grados Kelvin), para que abarque el espectro desde la luz blanca hasta la luz cálida.
Consideraciones generales sobre iluminación en el trabajo
Finalmente, conviene recordar que la iluminación en una zona de trabajo viene regulada por el Real Decreto 486/1997, del 14 de abril de 1997. En esta normativa se establecen distintos niveles de luminosidad dependiendo de la exigencia visual de las tareas en cada puesto.
En general, se considera que una oficina estándar requiere de unos 500 lúmenes por metro cuadrado. Para entenderlo de manera más coloquial, cada puesto de trabajo necesita el equivalente a una bombilla de 35 vatios. Y, además, ten en cuenta estos otros aspectos:
- Elige tiras o bombillas LED.
- El color y temperatura de la luz: las luces cálidas (anaranjadas) son más relajantes. La luz blanca o azul potencia la concentración.
- El brillo afecta al estado de ánimo. Cuanto más brillante, más estimulante. Las luces LED permiten que regules ese brillo, para adaptar la iluminación a cada momento.
Elige Ofigreen si quieres tener garantías de adquirir una óptima iluminación de una zona de trabajo para tu oficina o rincón de teletrabajo en casa.
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